Por qué viajo sola y por qué te animo a hacerlo

Sigue chocando ver a una mujer que viaja sola.

O por lo menos eso percibo cuándo me voy de viaje y me hacen las mismas preguntas diferentes personas con las que me voy encontrando (me pregunto si le hacen las mismas preguntas cuándo ven a un hombre que viaja solo).

Por eso quería contarte por qué viajo sola y por qué te animo a hacerlo.

Bueno, lo primero que me viene a la mente es porque no tengo un compañero de vida. 

Me encantaría enamorarme y tener una relación que me sume.

Todavía no la he encontrado.

Hasta entonces, no me voy a quedar esperando a que llegue esa persona para conocer lugares, culturas,.. ¡vivir!.

Cuando llegue ésta persona compartiré aventuras, y me encantará que sea así. pero también tendría aventuras que querré vivir en mi propia compañía.

Seguiría encontrando momentos para seguir viajando en solitario, sí. Creo que es sano y necesario en una relación de pareja.

¿Y... con amigos?

El problema es que cuando ya tienes responsabilidades, es decir, trabajos, hijos, compromisos familiares, etc, se hace mucho más complicado cuadrar agendas y no siempre que tú puedes, tus amigos pueden. Y viceversa. ¡Nos hemos hecho mayores!

Hazlo y viaja sola
Hazlo y viaja sola

Pero, a parte de todo esto, ¡me gusta viajar sola!

Es un hecho. Es el mejor modo que conozco de perderme y encontrarme conmigo misma. No necesito de nadie para poder disfrutar, ya no solo de viajar, si no de la vida. Disfruto de mi propia compañía.

A la hora de viajar yo marco mis ritmos; lo que quiero hacer, lo que quiero ver, como quiero y cuando quiero. Igual me apetece madrugar un día para ver el amanecer como que no me apetece hacer nada. Cuando viajas acompañada, las dos partes siempre tienen que ceder en algo. Y no digo que esté mal, es lo suyo, digo que disfruto de la libertad de poder decidir sin sentirme condicionada.

Otra cosa; viajar sola no significa que seas asocial, ni que no tengas amigos, ni que seas una "solterona" (odio esa palabra). Para mí, significa todo lo contrario. Viajar sola es empoderarte. Es descubrir de lo que eres capaz, y créeme que eres capaz de mucho. Es conocerte mejor y saber que es lo que quieres (y si no lo sabes tú, ¿quién más lo puede saber?). Es libertad. Y no hay nada más importante en ésta vida que tener la libertad de ser nosotras mismas.

Espero que con mi testimonio se pierdan algunos miedos y estereotipos que siguen condicionando a las mujeres a la hora de viajar solas. Somos fuertes. Somos valientes. No necesitamos a nadie que venga a rescatarnos. 


Chimpún.


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